Asesinan a 7 niños al día, en promedio

CIUDAD DE MÉXICO.Ni la pandemia de covid-19 evitó que, en los primeros dos meses de este año, fueran asesinados 411 menores de edad en México, es decir, siete al día en promedio, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.La crisis sanitaria que ha dejado casi 600 niños muertos a …

CIUDAD DE MÉXICO.

Ni la pandemia de covid-19 evitó que, en los primeros dos meses de este año, fueran asesinados 411 menores de edad en México, es decir, siete al día en promedio, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

La crisis sanitaria que ha dejado casi 600 niños muertos a causa del nuevo coronavirus se suma a la creciente epidemia de niñez desaparecida que, hasta el 28 de abril de 2021, es de 14 mil 800 niñas, niños y adolescentes de entre 0 y 17 años de edad, según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO).

En medio de los más de 50 mil contagios del virus SARS-Cov-2 entre menores de edad, se encuentran los 2 mil 720 niñas, niños y adolescentes que tuvieron que ser atendidos por violencia en una unidad médica, en los primeros cuatro meses de 2021, la mayoría mujeres.

Ante este escenario, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) planteó que el Día del Niño, que por segundo año se conmemora en confinamiento, es una fecha para recordar que, desde antes de la pandemia, el Estado mexicano estaba obligado a priorizar el interés superior de la niñez en todas las decisiones de los funcionarios públicos y que tiene, a su vez, la oportunidad de demostrar que no se olvidó de la infancia mexicana en el contexto de crisis.

Sin embargo, señaló que las cifras de inseguridad y violencia que viven confirman la deuda del Estado en el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño para los 38.3 millones de personas menores de edad que habitan el país, es decir, uno de cada tres mexicanos.

Agregó que el derecho a la educación es uno de los que más se ha visto mermado por un incremento del abandono escolar que ha sido ocasionado por la pandemia de Covid-19, aunado a una crisis de aprendizaje en la población infantil y adolescente.

Recordó que el año pasado, 16.4 por ciento de las personas de 3 a 17 años no asistían a la escuela en México, lo que equivale a 5.3 millones de menores y se sabe que por motivos asociados a la crisis sanitaria o por falta de recursos, no se inscribieron 5.2 millones de personas en el ciclo escolar 2020-2021.

Al respecto, el Centro de Investigación Económica y Presupuesto (CIEP) destacó que el nivel educativo más afectado por la crisis sanitaria es preescolar, pues 94.7 por ciento de los 98 mil 163 niños que no concluyeron sus estudios fue directamente por causas relacionadas con la pandemia.

La educación es, de hecho, el derecho que más se vulnera antes y durante la pandemia, según las quejas presentadas ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

Entre 2012 y 2020, el organismo recibió 712 quejas por presuntos actos de discriminación contra de niños, niñas y adolescentes, 570 relacionadas a la educación.

Cuatro de cada diez casos tuvieron como causa una discapacidad, mientras que 1 de cada 10 tuvo que ver con una condición de salud.

ALZAN LA VOZ CONTRA LA VIOLENCIA
Niños de al menos 10 comunidades pertenecientes al municipio de Chilapa marcharon este viernes en las carreteras de la comunidad de Alcozacán para pedir al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y al gobernador, Héctor Astudillo, que haya seguridad en sus pueblos, pues en este lugar nadie se siente seguro por las acciones del crimen organizado.

El contingente de niños llevaba pancartas, donde se podía leer: “Ni pistolas, ni amapola, queremos ver las olas”, “Queremos paz”; en otras pedían justicia por 29 personas asesinadas en los últimos tres años.

Caminaron con las consignas para exigir el cese a la violencia.

En la marcha también participaron músicos, pues, el 17 de enero de 2020, 10 músicos fueron asesinados por el grupo delictivo de Los Ardillos y la mayoría era originario de Alcozacán.

El desfile fue organizado por la policía comunitaria, perteneciente a la CRAC-PF y de acuerdo con Adán Linares, uno de los coordinadores, la intención no es armar a los niños, sino que entiendan el riesgo que representan los grupos del crimen organizado para su seguridad, así como llamar la atención de los gobiernos federal y estatal para que garanticen la seguridad de los pueblos de la zona.

Reiteró que los esfuerzos que hace la policía comunitaria de la CRAC-PF resultan insuficientes ante el embate del grupo delictivo de los Ardillos.

Una vez concluido el desfile, se realizó el festejo a los niños en la cancha del pueblo, entregándoles dulces y juguetes y partieron piñatas.

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